miércoles, 13 de julio de 2011

Mi propia bienvenida

Me cansé del facebook, ya no tengo. En mi msn están casi todos mis contactos bloqueados y la verdad es que hace tiempo tenía ganas de crear un blog.
Soy un joven no tan joven. Tengo 20 años (por ahora) pero me siento un tipo de 39. Cuarenta ya es exagerar, por eso lo dejo en 39. En resumidas cuentas, soy un anormal en toda la extensión de la palabra. Un inadaptado social, pero muy sociable. Mi vida entera es una paradoja que gira en torno al pequeño gran yo que tengo en mi cabeza. Si algo puedo decir, es que hay que ser desconfiado. Yo mismo soy una mierda de ser humano, todos lo somos, por lo mismo no confío realmente en nadie, raras veces lo hago en mi, en mi intuición, en mi capacidad de razonar, pero me equivoco y vuelvo a pensar que no puedo descansar ni en mi.
Trataré de describir un poco mi perfil. Soy una persona con muchos sueños, metas, pero rara vez hago el esfuerzo necesario para completarlas (salvo en los videojuegos), aunque la gente suele pensar que soy un muchacho muy esforzado. En realidad soy una persona bastante perezosa, dejado, pero es una tontera. Sé muy bien que tengo la capacidad de lograr las cosas que quiero, lo he visto suceder, pero aún así, ni eso es estímulo suficiente. He comenzado a estudiar dos profesiones distintas y ninguna me ha gustado. Creo estar seguro de qué es lo que quiero, pero debido a mis intentos predecesores, me lo cuestiono una y otra vez. Soy un ser de muchas preguntas pero poquísimas respuestas. Vale, quizá puedo responder a muchas interrogantes en lo que a cultura y ciencia se refiere, pero respecto a mi mismo, soy un completo ignorante.
Me gustan los animales, pero prefiero las plantas. Me desagrada tenerlas en cautiverio, prefiero ir por la calle y saludar a los señores árboles y a las señoritas flores. De vez en cuando, abrazar a algún arbolito para hacerle entender que también habemos simios que nos acordamos de ellos, de que están ahí liberando oxígeno al aire, de manera pseudo invisible.
Como dije antes, soy sociable, pero en verdad prefiero en sobremanera la soledad, que para mi no es eso. Se trata de intimar con uno mismo, con sus pensamientos, sentimientos, temores, gustos, fobias, traumas, alegrías, con nuestro propio cuerpo, cabello, uñas. Para mi eso es la soledad, es un estado de intimidad máxima con nuestra propia verdad. Una verdad que sólo cada uno de nosotros conoce en su completa magnitud. Naturalmente, somos seres sociales y eso es lo que yo planteo desde un punto de vista súper básico, sin ánimo de filosofar, sino de intentar comprender qué y cómo funcionamos los seres humanos en nuestra soledad y en compañía. Eso lo explicaré en otra entrada, quiero explayarme más y poder dejarlo bastante claro, ahora sólo quiero describirme un poco.
Sé que en algún momento, alguien o "alguienes" va a leer estas palabras. De seguro, la mayoría pensará que estoy "zumbao", chiflado, loco o desequilibrado y no los culpo. Pero al menos tendré la satisfacción de saber que, a pesar de ser un átomo de hidrógeno en el océano pacífico, hubo otro desequilibrado que a pesar de las advertencias iniciales, se atrevió a seguir leyendo.
Buenas noches.